Medio físico

La Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda comprende una serie de humedales, lagunas, ríos y llanuras de inundación en la cuenca alta del río Guadiana de características tan singulares que originan unos hábitats especiales para las especies de fauna y flora, fundamentalmente protegida y unos espectaculares paisajes, únicos en el territorio español.

La Mancha húmeda se dispone por las provincias de Toledo, Cuenca, Albacete y Ciudad Real, extendiéndose por una planicie vinculada íntimamente a las Masas Subterráneas de Agua que en ocasiones afloran a la superficie y, unido a la escasa erosión de los ríos manchegos, producen este “milagro” hídrico que supone la existencia de esta cantidad de tablas de inundación y humedales fluviales y endorreicos con tal singularidad y belleza que ha originado la designación en estos territorios de Parques y Reservas naturales e incluso su inclusión en la Red de Parques Nacionales a través de las Tablas de Daimiel.

Uno de los valores más sobresalientes es su biodiversidad, con un papel fundamental de la avifauna como consecuencia de la especial situación geográfica como paso ineludible de las grandes rutas migratorias.

Carrizales, masegares, espadañares y juncales combinados con formaciones arbóreas asociadas a hábitats acuáticos como tarayales, saucedas y alamedas albergan una concentración infinita de azulones, malvasías, porrones, zampullines, somormujos, flamencos, cercetas, garzas y garcillas y una lista interminable de aves acuáticas

Las estepas y lagunas salinas suponen un hábitat único para muchas de estas especies de avifauna especialmente sensible que permite además la existencia de unos recursos botánicos sobresalientes en la orla halófila: Salicornia, limonios y otras especies afines que son el paradigma de botánicos y zoólogos.

Medio natural

Tablas y lagunas fluviales

Las Tablas de Daimiel constituyen la más interesante y representativa superficie de inundación de Reserva y de la llanura manchega, cuya característica geomorfológica más acusada es su llamativa horizontalidad. Albergan además una amplia variedad de flora y fauna, especialmente aves acuáticas entre las que destacan el ánade friso y el pato colorado. Otra llanura de inundación emblemática de la Reserva es el humedal de la ”Junta de los Ríos”, originado por el aumento de caudal y desbordamiento temporal de los ríos Záncara y Gigüela en su confluencia.

Lagunas fluviales de Ruidera

En el valle del Alto Guadiana, labrado en las calizas del páramo del Campo de Montiel, se originó esta sucesión de lagunas al represarse las aguas del río por la sucesión de barreras naturales de toba que lo recorren en este tramo. En el páramo encontramos encinares, sabinares, romerales y tomillares.

Lagunas endorréicas salinas en ambientes esteparios

Las lagunas salinas son ecosistemas acuáticos singulares del paisaje manchego. Se acompañan de una flora acuática marginal muy especializada, adaptada a vivir en estos medios únicos. Cada humedal presenta una concentración de sal propia, hecho que da lugar a un auténtico paraíso de biodiversidad.

Son áreas de relieve llano o suavemente ondulado donde se intercalan cultivos, pastizales, encinares y coscojares con la presencia de formaciones más especializadas como en las estepas yesosas. Esta zona acoge los usos tradicionales que conviven en armonía con valiosas poblaciones de aves esteparias, como la avutarda.

Historia y tradiciones

El Patrimonio histórico es, como el natural, de una riqueza de tal entidad que hace compleja su descripción de forma breve:

Estructuras urbanas medievales y conjuntos religiosos como el Torreón del Gran Prior (s. XIII) y la Iglesia de Santa María la Mayor (s. XII) en Alcázar de San Juan, la Iglesia fortificada de Nuestra Señora del Valle (s. XII-XIII) de Arenas de San Juan o el casco histórico de Socuéllamos del s. XVI. Los Castillos medievales de Rochafrida en Ossa de Montiel, el de Peñarroya en Argamasilla de Alba o el Castillo Árabe de Alhambra.

Muchas de las fiestas y tradiciones de estos pueblos están vinculadas a la religión, como son las procesiones de Semana Santa, romerías y procesiones. Otras, de origen popular, son los especiales Carnavales de Alcázar de San Juan en diciembre o los de Herencia, La Pastura de El Pedernoso, Las Paces en Villarta de San Juan o los Mayos de Pedro Muñoz

Gastronomía y enología

La riqueza gastronómica de la zona merece especial atención. La cocina manchega y la cocina de El Quijote se caracterizan por la elaboración de platos contundentes con productos de la tierra, como las migas, duelos y quebrantos, atascaburras, olla podrida, salpicón, etc. La enología en el mayor viñedo de Europa adquiere especial importancia por la calidad de sus caldos y la industria vitivinícola que se puede conocer y disfrutar en numerosas bodegas de cualquier rincón de la Reserva.

Cómo es la reserva de la biosfera

Es un amplio territorio de Castilla-La Mancha alrededor del recurso hídrico que se manifiesta en sus humedales, ojos y tablas de inundación en el que el desarrollo socioeconómico se compatibiliza con la conservación de los recursos naturales y culturales y muy especialmente del recurso hídrico.

En esta porción de Castilla-La Mancha sus vecinos se han comprometido con el desarrollo de los aprovechamientos tradicionales y la actividad industrial de forma sostenible con la conservación de los hábitats, las especies, los paisajes y la diversidad geológica, identificando esta situación con el bienestar social. En esta Reserva de la Biosfera, la sostenibilidad no es solo un compromiso, es una necesidad.

Declaración

El Consejo Internacional de Coordinación del Programa Hombre MaB de la UNESCO declara la Mancha Húmeda como RESERVA DE LA BIOSFERA hace ya más de 3 décadas, en el año 1981.

Administración y gestión

El impulso, la administración, la coordinación y la divulgación de las actividades de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda corresponden a la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Los retos y oportunidades

La Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda ha definido en el año 2014 su superficie y zonificación y, con la participación social, ha elaborado las Directrices Estratégicas para su Gestión. El reto, la meta inmediata para consolidar su normal funcionamiento, es la puesta en funcionamiento del órgano permanente de participación social.

El compromiso que nos une conlleva el fomento del disfrute de la naturaleza de forma compatible con su conservación, la promoción de los recursos culturales y de los procesos industriales de forma sostenible y el deber de divulgación de las experiencias y los aprendizajes de esta vivencia.